Comparto contigo una parte del contenido que preparé para una presentación sobre recomendaciones en Linkedin, tiempo atrás: el 4 de junio de 2014 en Barcelona Activa. La he encontrado revisando mis archivos.
En aquel momento ya se vislumbraba el poder de la red profesional Linkedin. Ahora, además, ha adquirido popularidad.
Pocas personas hablaban de ello. A día de hoy, se puede encontrar más documentación, pero las recomendaciones en Linkedin continúan siendo una sección del perfil profesional poco aprovechada. Por lo general, si encontramos perfiles profesionales con recomendaciones, éstas son antiguas, inespecíficas, o poco relevantes. O las tres cosas a la vez.
He aprovechado para actualizar la información que elaboré entonces con nuevas aportaciones e ideas que he ido incorporando con los años de experiencia. Espero que te resulten útiles.
Índice de contenidos
Las recomendaciones, muy arraigadas en la cultura anglosajona
Sabemos que en el mundo anglosajón, las recomendaciones siempre han sido algo muy tenido en cuenta. En la era pre-internet, era costumbre solicitarlas a los candidatos a un puesto de trabajo. Y los profesionales solían guardar en papel estos documentos para poder presentarlos llegado el caso.
En nuestra cultura, lo vemos de otra manera. Puede que pensemos que las recomendaciones es algo relativamente fácil de amañar y, que, por tanto, poco valor tienen. Forma parte de la picaresca que tanto nos caracteriza.
Costumbres aparte, los beneficios de las recomendaciones son bastante superiores a sus posibles perjuicios. En Linkedin conectamos con profesionales que todavía no nos conocen, y queremos ganarnos su confianza. Las recomendaciones pueden ser nuestras aliadas para lograrlo de forma más efectiva.
Por qué son importantes las recomendaciones en Linkedin
Piénsalo. Las recomendaciones sirven para reforzar el mensaje de valor que transmites en tu perfil. Es una información que, estando en coherencia con tu relato de marca personal, acaba de redondear tu discurso.
Son importantes porque una cosa es que yo hable de mí misma y te cuente lo buena que soy; y otra, muy distinta, es que sean los demás quiénes hablen de mí.
Si estoy buscando ganarme tu confianza, está claro que una coherente combinación de ambos enfoques va a resultar la mejor opción para ganarme tu confianza.
Recomendaciones, opiniones, testimoniales y referencias
Menudo lío conceptual. Todos ellos son términos que se emplean casi de forma indistinta, pero que tienen sutiles diferencias de matiz.
La recomendación conlleva una acción de “aconsejar a alguien sobre lo que puede o lo que debe hacer por su propio bien o en su propio beneficio”. Suele expresarse en un tono más informal y presenta un cariz positivo.
En este sentido, está cerca de la opinión, que “es una idea, juicio o concepto que una persona tiene o se forma acerca de algo o alguien”. Es también informal, pero a diferencia de la recomendación, una opinión puede ser positiva… o negativa.
En ambos casos, la informalidad y la subjetividad están presentes.
Un testimonio o una declaración testimonial “es la que hace una persona para demostrar o asegurar la veracidad de un hecho por haber sido testigo de él”. Así, el testimonio da fe de que algo es cierto.
Por lo tanto, la recomendación va ligada al consejo; la opinión al juicio; y el testimonio a la veracidad.
La referencia, en cambio, “refiere al acto y consecuencia de señalar o referirse hacia algo o alguien.” Transmite un enfoque más serio, más formal y más neutro. Se vincula a ámbitos laborales y académicos. Puede ser escrita u oral. Las personas podemos tener «malas referencias» o alguien puede dar «malas referencias» de nosotros.
Sin embargo, últimamente los términos referidos y referencias han tomado mayor fuerza en el ámbito del marketing digital. Se emplean para describir una situación que supone un paso más allá de las recomendaciones. Por ejemplo, cuando un cliente actual te refiere o da referencias tuyas a un cliente potencial, de tal manera que éste último se convierte efectivamente en tu cliente.
Bueno, volvamos al terreno práctico.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de pedir una recomendación?
En primer lugar, debes determinar en qué momento profesional te encuentras y cuál es el siguiente paso hacia tu objetivo. No es tan importante tu trayectoria hasta hoy, como la visión que tienes de ahora en adelante. ¿Dónde quieres estar mañana? Teniendo claro tu siguiente paso, podrás orientar adecuadamente el mensaje, el contenido de tus recomendaciones. Y, en general, la dirección que debe tomar tu comunicación en tu perfil de LinkedIn.
En segundo término, no olvides tu reputación digital. Ten en cuenta la huella que van dejando las recomendaciones que se publican sobre ti en la red, y cuán alineadas están con los valores que deseas que perciban los demás de tu marca. Ten en cuenta que no sólo es importante lo que dicen de ti, sino también quiénes lo dicen, cómo lo dicen y dónde queda publicado.
¿A quién solicitar una recomendación? Las 4 preguntas que debes hacerte.
Hay una serie de factores a considerar a la hora de escoger la persona que quieres que te recomiende. La fuerza de una recomendación depende en buena medida de la persona que emite el mensaje.
#1. Autoridad.
Entendida como prestigio profesional, relevancia en el sector, experiencia y calidad de sus contactos. Cuánta más autoridad tenga la persona que te recomienda en el campo profesional o sector escogido en que te mueves, más impacto transmitirá tu recomendación.
#2. Reputación.
Éste es un concepto muy ligado al anterior. No siempre profesionales relevantes llevan añadida a su persona una reputación adecuada para ti. A veces, personas que crean controversia o generan polémica tienen prestigio, pero pueden no ser interesantes para asociarlas a tu perfil con una recomendación. Asegúrate de que sus valores y los tuyos están alineados.
#3. Relación.
La persona que te recomienda debe conocerte bien o lo suficiente. Debe ser capaz de dar una respuesta adecuada si recibe una llamada de un headhunter, por ejemplo. Debe poder hacer una valoración positiva y cuidadosa de tus cualidades personales y profesionales.
#4. Jerarquía.
En términos generales, si la recomendación proviene de un superior jerárquico, como un jefe o un profesor, o bien de un cliente, tendrá más peso que si se trata de un compañero de trabajo, un compañero de universidad o de un proveedor.
Claves para pedir una recomendación
Solicitar una recomendación puede ser un paso delicado, en función de la confianza que tengas con la persona a quien se la solicitas. No todo el mundo está dispuesto a hacerla, y ello no quiere decir que no estén satisfechos o satisfechas con tus servicios o tu trabajo. Los motivos pueden ser otros completamente distintos. Aceptar la libertad de la otra persona a decir no y, si ocurre, no darle más importancia. Es mi consejo.
Cuando solicites una recomendación en Linkedin, ten en cuenta lo siguiente:
🔹 1. Deja de lado los mensajes estándar.
No emplees el formato establecido por defecto en Linkedin. Las fórmulas no sirven. La comunicación debe ser personalizada, completamente enfocada a la persona en cuestión.
🔹 2. Pon en valor la solicitud.
Haz saber a la persona que la has elegido especialmente para tu recomendación, cuán importante para ti es que él o ella te recomiende, y lo valiosas que son sus palabras para ti y para tu posterior éxito profesional. Implícala con tu mensaje para que le cueste decirte que no.
🔹 3. Informa de tus objetivos profesionales.
Si la persona que te va a recomendar conoce tu siguiente paso profesional, sabe qué competencias o habilidades te interesa destacar, la estarás ayudando a ayudarte mejor, a enfocar la recomendación en la forma óptima.
La recomendación ideal
La forma y contenido de las recomendaciones es un aspecto que suma a la hora de puntuar tu nivel de credibilidad en Linkedin.
Piensa en cómo puedes lograr que cumpla el máximo número de los requisitos siguientes.
1️⃣ Verdadera, auténtica y genuina.
Porque la credibilidad en el mundo online se ve muchas veces cuestionada por las características del propio medio, y porque las mentiras siempre tienen las «piernas cortas».
2️⃣ Concreta, precisa, y demostrable.
Una recomendación que incluye datos específicos como lugares, fechas o cifras es mucho más convincente. Hablar de un antes y un después, de resultados conseguidos, de cuándo, dónde y cómo se dio el servicio genera confianza.
3️⃣ Racional y emocional.
Una combinación de términos que apelan a ambos hemisferios del cerebro hace que la recomendación resulte más enriquecedora. Por ejemplo, el uso de ‘productivo’, ‘rentable’ o ‘consecución de objetivos’ junto a ‘trato personal y humano’, ‘atención al detalle’ dan como resultado un equilibro entre aspectos cuantitativos y cualitativos, más humanos.
4️⃣ Redactada de forma impecable.
La redacción pulcra, correcta dice en favor de quien la escribe y de quien la recibe. Es obvio.
5️⃣ Coherente con el perfil del emisor.
Un mensaje congruente en contenido y forma con el perfil de quien recomienda, será creíble. Si, en cambio, el lector percibe alguna disonancia en el tono del mensaje, o alguna incongruencia en la redacción, hará tambalear la tan ansiada credibilidad.
6️⃣ Natural.
Con educación, pero sin artificiosidad. Cuanto más natural sea la forma en qué está expresada la recomendación, más credibilidad transmitirá. Cuanta más diversidad haya en un grupo de recomendaciones en cuanto a estilos y contenidos, mejor se percibirá que se trata de recomendaciones redactadas desde el corazón de cada persona.
La gran ventaja es que, en Linkedin, la autoría de una recomendación es incuestionable. Las recomendaciones se vinculan a ambos perfiles, el de quien recomienda y el de la persona recomendada. Es una relación transparente.
¿Cuántas recomendaciones en tu perfil de Linkedin?
Pues, como siempre, depende. Pero, en general, pocas y buenas recomendaciones siempre mejor que muchas y superfluas. Y que sean recientes y alineadas con tu objetivo.
En ocasiones, puede ser interesante que sean variadas. Por ejemplo, te puede recomendar un antiguo jefe por tu profesionalidad y compromiso, y un cliente porque está contento con el trato recibido.
Un último pero importante consejo…
Un último consejo, antes de que se me olvide: por favor, evita a toda costa el intercambio de recomendaciones. Es demasiado evidente y, aunque sea información veraz, genera desconfianza. Es un consejo muy obvio, pero no quería pasarlo por alto: todavía veo ese tipo de ‘fallos’ con demasiada frecuencia.
Gracias por acompañarme en este camino para desarrollar la marca profesional en Linkedin. Me encantará leerte en los comentarios.
Créditos imagen: Gerd Altmann en Pixabay